En la semana jubilar de Piura
Cura Mori Noticias ,Fuente El Tiempo .-Darwin Chapilliquén Chanduví llegó primero montado en “Cautivo”, pero fue descalificado por correr persiguiendo una yegua, según Martín Otero de la Municipalidad
Ante una estresante carrera electoral municipal que no hay cuando termine, nada más relajante que correr entre burros. Lo sabe Santos Montalbán que ahora escapa de tropezarse en las veredas y postes de la avenida Grau, mientras persigue, en plena competencia, a “Cautivo”. “Cautivo” es su codiciado rebuznador por el que cobra 200 soles cada vez que empreña una burra. Si el jinete, su sobrino Darwin, de brazos teñidos por el sol, no se deja caer, Cautivo deberá ganar la carrera y liberar a su dueño de muchas preocupaciones económicas.
Al menos, esta vez no le asustaron las líneas del tránsito, como el año pasado cuando ocupó el último lugar. Santos sabrá si su “hechor” gana los 500 soles al primer puesto de la Carrera de Burros por el 487º aniversario de Piura, cuando llegue a la avenida Sullana. Por ahora acaban de partir de la avenida Gullman “Rascacielo”, “Bala”, “Águila”, “Luciano” y ¿Cautivo?... Cautivo ha desaparecido. De todos los demás vemos sus traseros, cada vez más lejanos.
¿Habrá valido la pena entrenar dos semanas a ese conquistador de burras, desgastándose los cascos en la Panamericana antigua hacia Chulucanas? Santos no puede contestar ahora, porque basta un descuido para caer entre esta estampida sonriente de curiosos. Mientras sacude el celular en la cintura y un periódico doblado en el bolsillo, Santos corre para sacarse el clavo; saber si su “Cautivo” también es campeón en carrera y no sólo en conquistar yeguas. Muy distante de ese reto, el cansancio no importa cuando corres entre burros, buscando una historia. O cuando imaginas tontamente que correr entre animales despierta la narración creativa.
Juan Pablo Meneses corrió entre toros en San Fermín (España) y es el gurú de muchos cronistas. Vargas Llosa adolescente corrió montado en un burro en su colegio militar y acaba de ganarse el Nobel. Santos acaba de llegar a la avenida Sullana y una horrible noticia le estalla en medio de un tumulto: “Cautivo” llegó primero, pero está descalificado. No corrió limpiamente, sentencia un trabajador de la Municipalidad. Llegó primero, sí, pero persiguiendo una yegua. “Fraude” se oye en el público. Unos lo defienden, otros sólo se ríen, mientras “Cautivo” guarda silencio. Y al final el ganador es “Luciano”, de la Legua. Repite el premio, Luciano que el año pasado también ganó los 500 soles. Se gastaron en comprarle algarroba y víveres para mi familia, dice su dueño William Yamunaqué. Y el segundo y tercer puesto es para “Águila” y “Rascacielo, de Cura Mori y Pozo de Los Ramos. Cautivo, a sólo cinco días de su cumpleaños, el 13 de octubre, recibe de su dueño un caramelo de limón.
A diferencia de la carrera electoral, en esta competencia, las “tachas” se resuelven bien rápido:
- Ellos (Santos y su sobrino) han tenido la yegua escondida y la han soltado cuando él (Cautivo) corría. El burro ha ganado sí, pero por correr detrás de la yegua, infringiendo las bases. Conclusión, “Luciano” es el ganador.
Sentencia Martín Ornato, miembro de la Comisión Organizadora del concurso, mientras a lo lejos, llevando del bozal a su correlón, nadie convence a Santos de que venga a defender su premio.
-Mi burro no compite por dinero.
