Se matan por tierras

Una persona resultó muerta de un balazo y otra se encuentra gravemente herida, durante un enfrentamiento originado por la disputa de tierras entre campesinos y una turba de sujetos.

Estos últimos llegaron para tomar posesión de más de mil hectáreas de terreno en una zona colindante con varios caseríos, ubicados en la margen izquierda de la carretera Panamericana.

Durante la reyerta, los lugareños lograron atrapar a cuatro de los presuntos autores, y de no ser por la oportuna llegada de la Policía, los apresados hubieran sido linchados.

En hecho sucedió a las nueve de la mañana de ayer en el sector conocido como "Las antenas", ubicado a la altura del kilómetro 975 de la carretera Panamericana norte, a casi una hora de camino desde el caserío Almirante Miguel Grau.

BALACERA. Según contaron los moradores de la zona, unas 200 personas, presuntamente contratadas por la empresa San Gerardo, habían llegado a dicho lugar para cercar 1200 hectáreas de terreno, que los posesionarios consideran como tierras comunales intangibles.

Indican que cuando llegan al lugar para impedir que se cerque el área, unos desconocidos los recibieron a balazos, y sin el menor escrúpulo dispararon al cuerpo.

HERIDOS. Es en esas circunstancias que dos de los campesinos caen al suelo malheridos, lo que originó que los sujetos emprendan la huida. Sin embargo, cuatro de los agresores fueron atrapados, vendados y atados de las manos.

Mientras tanto, los heridos fueron trasldadados al Centro de Salud de Nuevo Chato Chico, donde a los pocos minutos dejó de existir uno de ellos, identificado como Guadalupe Zapata Sosa (26), a consecuencia de un balazo en la zona lumbar.

El otro campesino herido, José Luis Inga Inga (29), fue evacuado de emergencia al Hospital Santa Rosa, donde los galenos lograron estabilizarlo. Él recibió un disparo en la zona cervical.

EL RESCATE. Mientras esto sucedía, los cuatro sujetos retenidos por los moradores fueron trasladados a la plaza del caserío Almirante Miguel Grau, donde fueron golpeados en diferentes partes del cuerpo.

La enardecida población, tras increparles por la muerte de su compañero, intentó hacer justicia con sus propias manos, provocando el llanto de algunos de ellos.

Tras la llegada de efectivos de varias unidades policiales, los rehenes fueron trasladados a los patrulleros. Esto provocó la ira de los campesinos, quienes trataron de evitarlo lanzando piedras y cuanto objeto contundente encontraron a su paso contra la policía.

En vista de esta riesgosa situación, los custodios se vieron obligados a repeler el ataque lanzando disparos disuasivos y bombas lacrimógenas. Algunos moradores denunciaron que los agentes dispararon contra las personas; no obstante, no se registraron más heridos de bala, pero sí varios contusos.

NO FUE A LA MORGUE. Por disposición del fiscal Mario Figueroa Cruz, el cuerpo del fallecido le fue entregado a su familia, cuyos miembros se oponían a que fuera trasladado a la morgue para la necropsia de ley.

El ahora occiso residía en el caserío Sinchao Chico, deja viuda y dos hijos huérfanos de cuatro años y siete meses. Su familia contó que era agricultor y también músico de oficio, director de una banda.

DATOS

Los detenidos fueron identificados como: Luis Córdova Rosas (40), Nelson Wilfredo Peña Carrasco (24), Marco Antonio Neyra Arica (39) y José Luis Altamirano Medina (28). Fueron puestos a disposición de la comisaría de El Indio, donde se realizan las diligencias.

Los campesinos provenientes de varios caseríos, ubicados en ambas márgenes de la carretera Panamericana, aducen que los terrenos son de la comunidad y que desde siempre los han utilizado como zona de pastoreo y recolección de leña para subsistir.